El entorno del Balneario de Cortegada es un área de gran interés paisajístico definida por la presencia del río Miño y los bosques de vegetación autóctona.

En relación con las instalaciones existentes del balneario, el proyecto propone un recorrido por el bosque a través de la construcción de pequeñas pasarelas peatonales de madera y estructura de acero que se adaptan a la fuerte pendiente de la parcela, y en ocasiones aumentan su dimensión para dar lugar a plataformas que permiten detenerse en el camino a observar los árboles y el paisaje, o simplemente sentarse en un banco a descansar.

Estos senderos de pavimento de tablones de madera de pino y estructura de perfiles tubulares de acero se elevan sobre el terreno sustentados por una red de pequeños soportes metálicos de sección circular. De esta manera no se altera la orografía existente, no se realizan movimientos de tierra, y no se modifican las rutas de escorrentía propias del bosque. La actuación es totalmente reversible y respeta la topografía y la vegetación de ribera existente formada por una mezcla de robles, acacias, frutales y otras especies caducifolias.

El proyecto trata de poner en valor la zona verde exterior del balneario y favorecer la relación de sus usuarios con la naturaleza y la flora autóctona del río Miño, pero cuando deje de ser necesario se desmontará y no quedarán rastros visibles de su existencia.